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Uso de 2 tratamientos contra la Seca de la encina y el tizón del castaño
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Qué es la seca de la encina y el cancro del castaño
La seca del Quercus es una enfermedad que está producida por el hongo Phytophthora cinnamomi Rands. (Sampaio e Paiva et al. 2013), unido a Pythium spiculum, Pythium sterilum, los 3 de la División Oomycota, y pertenecientes a la familia Pythiaceae
Unido a estos tres, aparecen Botryosphaeria corticola (anamorfo de Diplodia corticola), hongo dotidiomiceto, familia Botryosphaeriaceae, Órden Botryosphaeriales, clase Dothideomycetes, División Eumycota, Biscogniauxia mediterranea, hongo ascomiceto, familia Xylariaceae, Órden Xylariales, y Cryphonectria parasitica (anamorfo de Endothia parasitica) hongo ascomiceto, familia Cryphonectriaceae, Órden Diaporthales, causantes estos tres de “cancros” o “chancros”.
Desde principios de la década de los 80, comenzaron a aparecer defoliaciones y decoloraciones y niveles anormalmente elevados de mortalidad en varias especies arbóreas de la dehesa.
En la actualidad, “la seca de los Quercus” o la seca de la encina es la principal amenaza de las formaciones de encinas y alcornoques en Andalucía y buena parte de la Península Ibérica, ya que compromete la estabilidad y persistencia de ecosistemas tan importantes en el ámbito mediterráneo como son las dehesas, tanto por su significado ecológico como por la repercusión económica que está provocando su constante reducción.
Los síntomas son parecidos a los del marchitamiento: Clorosis y/o marchitez foliar, defoliación, muerte regresiva de brotes y ramas (puntisecado), etc. Por otro lado, Phytophthora cinnamomi causa la muerte masiva de raíces absorbentes, similar a lo observado en los casos descritos de Pie negro (Cylindrocarpon sp.), reduciendo la capacidad del árbol de tomar agua y nutrientes del suelo.
Phytophthora cinnamomi es el agente causal más importante dentro de los identificados, tanto por su extensión como por la gravedad de los daños. Esto ha supuesto que en grandes zonas se haya abandonado el concepto de Seca (entendida como situación provocada por agentes desconocidos) y sustituirlo por el de enfermedad (podredumbre radical), como ocurre en el Andévalo onubense.
La ubicación de las esporas de resistencia de este organismo en el suelo, unida a su capacidad para permanecer largo tiempo en latencia y el amplio número de especies a las que puede afectar hace que la lucha contra este agente sea complejo.
Debemos reseñar en este apartado que la presencia de matorrales de comunidades pioneras, el caso de la jara pringosa (Cistus ladanifer) es el factor biótico, no patógeno, que más afecta al decaimiento de los Quercus (Costa y cols., 2010), más allá de la competencia por agua y nutrientes, porque la jara parece ser que actúa como reservorio de Phytophthora cinnamomi. (Sampaio e Paiva et al. 2013).
Pythium spiculum presente sobre todo en raíces y rizosfera de Quercus rotundifolia y Quercus suber en el sur peninsular produciendo síntomas significativamente menos intensos que los provocados por Phytophthora cinnamomi.
Pythium sterilum se ha encontrado únicamente en rizosfera de encinas enfermas en el centro de la península ibérica, por lo que más que un factor activo de decaimiento, debe ser considerado como un riesgo potencial para las masas de Quercus.
Botryosphaeria corticola y especialmente Cryphonectria parasitica es el causante de “cancros” o “chancros”. Botryosphaeria corticola se ha descrito como el principal agente fúngico asociado al decaimiento de Quercus en Italia (Ragazzi et al. 2000), Marruecos (El-Badri y Abadie 2000) y nordeste peninsular (Luque et al. 2000). Los “cancros” se encuentran en las ramillas y presentan síntomas foliares muy inespecíficos tales como amarillez, empardecimiento y marchitez. En troncos sólo se han visto en alcornoques y su presencia se asocia al descorche (Sánchez et al. 2003). Provoca la necrosis de la casca, apareciendo lesiones superficiales que, en casos severos, puede producir la muerte del árbol por anillamiento. La infección está muy asociada al proceso de descorche, provocando una importante pérdida en la producción y calidad del corcho.
Biscogniauxia mediterranea (Hypoxylon mediterraneum) causa el “chancro carbonoso”, atribuyendo a esta especie la capacidad de degradar el leño y producir la rotura de la rama afectada (Carrasco et al. 2009).
Cómo se cura la seca de la encina y el cancro del castaño
El proceso de curación de este tipo de enfermedades requieren de la aplicación de la experiencia recogida durante más de 20 años, además del traslado de esta experiencia al equipo que va a estar en el día a día con el cultivo. Si usted desea iniciar el proceso de Tratamiento debe contactar con nuestra empresa para que le asesoremos específicamente en el procedimiento a realizar.
Cronológicamente se resume en los siguientes puntos:
- Recopilar información relativa al cultivo, análisis patológico, nutricional…, infraestructura, características de la planta, origen, histórico de parcela… mediante entrevista con el responsable de campo y la propiedad.
- Programación de visita de campo en la que se analizan y valoran diversos aspectos del cultivo.
- Definir grado de afectación, estado sanitario del cultivo, interacción con otras patologías, etc.
- Estudio del caso, redacción de propuesta concreta de trabajo, prescripción de recomendaciones, definición de hitos relevantes a lo largo del proceso, detalles a controlar tanto por la propiedad como por el equipo científico-técnico…
- Seguimiento temporal y valoración de la evolución para comprobar el ritmo de curación, realización de posibles modificaciones en el procedimiento y/o determinar el cambio del Plan de Curación al Plan de Mantenimiento.
La metodología de tratamiento contra la seca del Quercus o tizón del castaño, tiene como destino principal el control del crecimiento del hongo, tanto a nivel externo como a nivel interno y de manera simultánea la formación de tejido vascular nuevo.
El tipo o metodología de aplicación es múltiple, se dispone en este caso de 2 métodos de trabajo que se utilizan según las características y necesidades de la propiedad. Ambos métodos pueden aplicarse de manera independiente y son perfectamente compatibles y sinérgicos:
A) Endoterapia vegetal mediante la inyección de sustancias como fosfitos y otros compuestos organo-metálicos, que presentan diversas actividades exo-elicitoras, que conllevan una mayor capacidad defensiva y la predisposición frente a situaciones de estrés provocadas por factores bióticos (enfermedades) y también causadas por factores abióticos (sequía, frio, calor…) tan correlacionados con la seca de la encina o el tizón del castaño. La endoterapia con estos compuestos no sólo presenta actividad contra determinados géneros de hongos, sino también contra un amplio espectro tanto fúngico como bacteriano.
B) Método general, más económico que la Endoterapia, es muy útil en aquellas parcelas de extensión considerable. Este método es muy específico para estas enfermedades y está basado en la aplicación mediante equipos convencionales de tratamientos agrícolas:
Tratamiento 1: Curativo de la seca de la encina y el cancro del castaño
Debido a la virulencia con la que estos hongos atacan, especialmente Phytophthora sp., se debe iniciar la aplicación en cuanto son detectados los primeros síntomas pues estos síntomas deben indicar al técnico que su expansión ya es problemática, no solo en ese individuo, sino, con toda seguridad en, al menos, todos los circundantes.
Por el propio desconocimiento del problema, la típica respuesta de esperar para comprobar que la enfermedad se recupera o esperar a que los síntomas sean más intensos, suele ser el origen del nivel de daño con el que nos encontramos cuando acudimos a valorar parcelas en las que la extensión del daño es superior al 30% de las plantas.
Esta característica es precisamente por la que deben ponerse en contacto con el Servicio Técnico para que sea asesorado por especialistas que estudian su caso concreto y de este modo evitarán la expansión desmedida propia de estas enfermedades.
A diferencia del tratamiento de muchas de las enfermedades vasculares, en el tratamiento contra la seca de la encina o del tizón del castaño, ante los primeros síntomas de enfermedad, debe iniciarse el Programa Curativo.
Tal y como se ha comentado en la descripción de estas especies, el tratamiento no puede centrarse sólo en el ataque fúngico, sino que debe provocarse el sinergismo con otros compuestos aplicados que mejoran las condiciones fisiológicas y ecológicas de la planta (parte área – raíz y suelo – raíz).
Esto se consigue mediante la aplicación simultánea de varios compuestos con acción fungicida, uno de ellos desarrollado específicamente para Phytophthora sp. y otros hongos característicos del suelo. Estos productos con acción fungicida están diseñados para optimizar por un lado su movilidad ascendente o descendente, y por otro su movilidad a través del parénquima asociado a los tejidos vasculares para de esta forma optimizar su dispersión. El inicio de este Programa Curativa se realiza cuando comienza a activarse la movilidad en la planta: abril o mayo suele ser lo más común.
El tratamiento de fin de campaña se realiza en el mes de octubre – principios de noviembre. En este tratamiento se utilizan otros compuestos de elevada persistencia en la planta para de esta forma impedir durante la bajada de actividad vegetativa el desarrollo fúngico.
Debido a la necrosis de la madera, estos compuestos van asociados a otros que actúan sobre la sintomatología de la enfermedad, es el caso de productos que aceleran la síntesis de tejido nuevo.
El Programa Curativo contra esta sintomatología característica de la seca (o del tizón), se realiza con elevada frecuencia e intensidad para así garantizar la erradicación más rápida posible, limitar la transformación en esporas y evitar, así, la reinfección y/o propagación de los hongos, tanto de Phytophthora sp. como del resto de hongos presentes en ese entorno en fase de degradación y/o ya con síntomas de degradación tisular marcados.
En aquellas parcelas que tienen la posibilidad de ser regadas o inyectadas en el suelo, este Programa Curativo contra la seca se realiza intercalando aplicaciones al suelo y aplicaciones foliares. La primera aplicación se realiza a través del suelo y posteriormente se incide en varias aplicaciones foliares intensas y de elevada frecuencia que van intercaladas con aplicaciones al suelo.
A nivel de parcela las aplicaciones se realizan sobre el entorno de las zonas en las que se observa la sintomatología, si bien, cuando la dispersión de la enfermedad es considerable, es obligado el tratamiento de la parcela al completo, pues una vez implantados estos hongos, debido a sus esporas especializadas (clamidosporas y zoosporas), su expansión es extremadamente rápida.
Tras provocar el estancamiento del desarrollo fúngico, en el que ya no es significativa la presencia ni de Phytophthora sp. ni del resto de hongos en crecimiento, la metodología consiste en la realización del Programa Preventivo.
Tratamiento 2: Mantenimiento y Tratamiento Preventivo de la seca de la encina y el cancro del castaño
El Programa de Mantenimiento contra la seca o tizón consiste en la reducción de la intensidad de las aplicaciones de los diversos compuestos utilizados (menor dosis final de productos) para evitar la germinación de las esporas presentes en la parcela, tanto fuera como dentro de la planta. Es decir, se realizan aplicaciones “recuerdo”, consistentes en aplicar dosis similares a las utilizadas en el Programa Curativo con una frecuencia media/baja. Este Programa de Mantenimiento se inicia en los mismos momentos que el Programa Curativo, es decir, desde el mes de abril/mayo, momento en los que la movilidad comienza a ser elevada.
Debido al ciclo fúngico y a la presencia de estructuras de resistencia, se hacen necesarios los tratamientos de mantenimiento para de esta forma evitar futuros desarrollos y/o germinaciones de dichas estructuras. Vease esporas.
El programa de Mantenimiento contra estas enfermedades se aplica normalmente a partir de la segunda campaña de tratamientos, si bien para ello es necesario valorar la presencia de indicios que indiquen la reversión, inequívoca, del daño durante el Programa Curativo.
A nivel de parcela el Programa de Prevención debe ser al completo. Como ya se ha indicado en otros apartados relativos a las enfermedades vasculares, este tipo de enfermedades y/o síntomatologías, englobadas dentro de los daños y pudriciones radiculares, no se expresan sobre la parte aérea de la planta en los primeros momentos, lo que unido a la elevada variabilidad de la capacidad de resistencia de una planta respecto a la contigua, hace que si el personal técnico no está formado específicamente en este tipo de enfermedades, resulte complicado determinar cuándo una planta ha comenzado recientemente a sufrir el daño o si este daño lleva varios años.
Una vez implantados estos patógenos su expansión es constante en el conjunto de la parcela, y por tanto, técnica-, como económicamente, es más viable manejar un Programa de Prevención que el manejo del Programa Curativo.
Resultados de los tratamientos contra la seca de la encina y el cancro del castaño
Los resultados obtenidos mediante la aplicación de los tratamientos programados contra la seca de la encina o contra el tizón del castaño, demuestran que:
1.- Debido a las especies vegetales con las que se trabaja, de desarrollo lento, madera intrincada, movilidad relativamente lenta, el ritmo de mejoría depende considerablemente de la edad de los mismos.
2.- La primera observación es la inhibición del daño que presenta la parte aérea, una mejora en el desarrollo de las raíces provocados tanto por el efecto fungicida así como por la concomitancia con el resto de productos aplicados. Dato a tener en cuenta es que el incremento de raíces terciarias viables implican, si se dispone de algún método de aplicación al suelo, la mejora en la eficacia de los siguientes tratamientos.
3.- En función de las características del suelo la respuesta puede ser más o menos rápida. Como ejemplo, en suelos no pesados o ligeramente pesados, la respuesta se ha observado positiva en un periodo entre 3 y 6 meses de tratamientos. En suelos arcillosos, poco drenantes o ricos en caliza activa, dicha respuesta es más lenta, llegando a encontrarse individuos que no respondieron hasta el final de la segunda campaña.
4.- La eficacia de estos tratamientos contra la seca de la encina o el tizón del castaño, se debe no sólo al efecto fungicida, sino a la capacidad de renovar tejidos, es decir, a la posibilidad que brindan para el desarrollo acelerado de tejido vascular nuevo (ver video demostrativo a continuación). Este aspecto es clave para conseguir ritmos de mejora tan elevados como los que se observan.
5.- La aplicación del tratamiento de fin de campaña reduce el desarrollo y la germinación de las esporas durante la parada vegetativa, provocando que durante la siguiente campaña la evolución del hongo dentro de la planta sea errática o incluso inexistente.
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Preguntas y respuestas sobre la curación de las enfermedades de la madera
Resultados al Tratamiento de las Enfermedades de la Madera ¿cómo se renuevan las plantas?
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