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Los hongos y las enfermedades de las plantas
Una de las características más importantes de las infecciones fúngicas (enfermedades provocadas por hongos), es su capacidad de proliferación e incremento de poblaciones.
Cuando las condiciones no son las más adecuadas para su expansión, muchos hongos producen estructuras de resistencia llamadas esporas; de esta forma garantizan su expansión y supervivencia.
Los hongos internos
ITC Calidad y Medio Ambiente presenta una línea dirigida en exclusiva al trabajo con las enfermedades vasculares o enfermedades de la madera, con peculiaridades que hacen dificultoso y complejo su tratamiento con productos de síntesis, es decir, con la metodología fitosanitaria tradicional.
Gracias a la aplicación de nuestra metodología, mediante el manejo adecuado del cultivo (uso correcto de la vegetación, manejo racional de los cortes y las podas, gestión apropiada del suelo, del riego…) y el uso de compuestos concretos aplicados en momentos determinados, se consigue el control de este tipo de enfermedades fúngicas: Armillaria mellea, Armillaria sp., Biscogniauxia mediterranea, Botryosphaeria corticola, Botryosphaeria dothidea, Botryosphaeria obtusa, Cadophora luteo-olivacea, Campylocarpon fasciculare, Campylocarpon pauciseptatum, Cylindrocarpon liriodendri, Cylindrocarpon macrodidym, Cylindrocarpon sp., Cryphonectria parasitica, Diaporthe sp., Diplodia corticola, Diplodia mutila, Diplodia seriata, Dothiorella iberica, Dothiorella sarmentorum, Dothiorella viticola, Eutypa lata, Fomitiporella vitis, Fomitiporia mediterranea, Fomitiporia punctata, Fusarium oxysporum, Fusicoccum aesculi, Ilyonectria liriodendri, Ilyonectria macrodidyma, Inonotus hispidus, Lasiodiplodia theobromae, Libertella blepharis, Macrophoma flaccida, Nectria sp., Neofusicoccum australe, Neofusicoccum luteum, Neofusicoccum mediterraneum, Neofusicoccum parvum, Neofusicoccum ribis, Neofusicoccum viticlavatum, Neofusicoccum vitifusiforme, Neonectria sp., Phaeoacremonium aleophilum, Phaeoacremonium angustius, Phaeoacremonium australiense, Phaeoacremonium austroafricanum, Phaeoacremonium cinereum, Phaeoacremonium hispanicum, Phaeoacremonium inflatipes, Phaeoacremonium iranianum, Phaeoacremonium krajdenii, Phaeoacremonium mortoniae, Phaeoacremonium parasiticum, Phaeoacremonium scolyti, Phaeoacremonium sicilianum, Phaeoacremonium subulatum, Phaeoacremonium venezuelense, Phaeoacremonium viticola, Phaeomoniella chlamydospora, Phomopsis viticola, Phytophthora cinnamomi, Phytophthora sp., Pythium spiculum, Pythium sterilum, Sphaeropsis malorum, Stereum hirsutum, Verticilium sp.…, algo impensable hace tan solo un par de décadas, y además sin riesgo alguno para el medio ambiente ni para el aplicador, lo que unido a unos costes muy comedidos (muy inferiores a lo que económicamente supone continuar con estas enfermedades en el cultivo) hacen que sea la única opción para el tratamiento de las enfermedades vasculares o enfermedades de la madera (EMV).
Los hongos externos
En el tratamiento de los hongos externos (hongos de campaña, hongos anuales…), es decir, royas del cereal (Puccinia y Septoria entre otros), oídios (Uncinula necator…), mildiu (Plasmopara viticola…) y botritis (Botrytis cinerea…), el uso de la metodología apropiada es una alternativa competitiva y viable para combatirlas, más aún cuando los plazos de seguridad suelen ser reducidos e incluso no existen, con escasos o nulos efectos en los post-procesados de la fruta y, además, con la imposibilidad práctica de que aparezcan resistencias sobre el cultivo.