Incremento de produccion en forrajeras

Cultivos

Descripción del cultivo de especies forrajeras

En la actualidad el cultivo de especies forrajeras está destacando como uno de los cultivos herbáceos más productivos; si bien, la competitividad del mercado está obligando a utilizar tecnología que hace tan sólo 15 años era impensable.

Hace 2 décadas una plantación de alfalfa duraba perfectamente en plena producción 6, 8, 10 años o incluso más, es decir, se definía como un cultivo perenne. En la actualidad el ataque provocado por hongos principalmente y en menor medida por bacterias, origina el envejecimiento prematuro de estos cultivos lo que conlleva una reducción considerable en la productividad y por tanto la reinversión en plantaciones nuevas en ciclos muy cortos de tiempo, incluso tan sólo explotables como un cultivo bianual.

En las anuales ocurre algo muy similar pues la susceptibilidad al daño provocado por diversos hongos y bacterias cada vez es mayor y por tanto estas enfermedades, que hace unas décadas, bien no existían o el daño que provocaban era irrelevante, acaban provocando que el cultivo resulte antieconómico.

En esta página nos centraremos en la alfalfa por ser el cultivo más demandado dentro de los leguminosas forrajeras, si bien es igual de válido, con la salvedad en la temporalidad para esparceta, veza, haba…:

Las consecuencias de la pérdida de producción o inclusive la muerte de la planta en este cultivo forrajero son muy variadas. Entre ellas están las conocidas plagas como pulgones, gusanos, chinches, orugas, gorgojos, moscas de la alfalfa, ácaros, trips, etc. En líneas generales, los mayores daños en el cultivo provienen del ataque de hongos.

 Muchas enfermedades permanecen ocultas pues se desarrollan tanto en las hojas basales como en las raíces de la planta. Para el control de estas enfermedades debemos tener en cuenta los diversos factores que favorecen su desarrollo: los suelos no drenantes, con baja o nula permeabilidad; los abonados no controlados o bien aplicados en momentos no propicios, unidos a unos valores inadecuados de pH en el suelo hacen que el ataque de los diversos hongos sea mucho más acusado.

 Es por todo este acúmulo de causas y consecuencias por lo que desde esta página se propone una metodología de tratamientos propia y exclusiva para este cultivo.

Ir a metodología específica para incrementar la producción en el cultivo de cereal

 Metodología para forrajeras

 En forrajeras se plantean 2 tipos de trabajo según su estado sanitario:

1.- Estado sanitario del cultivo correcto

 1.1. Trascurridos 5 días tras el corte:

Aplicación de un pack enzimático vegetal específico para herbáceas.

  1.2. Trascurridos 15 días tras el corte:

Repetición de la aplicación anterior (pack enzimático vegetal específico para herbáceas), unido a un compuesto de calcio (Ca2+) orgánico diseñado para dirigirse a las estructuras vegetales en crecimiento.

 2.- Estado sanitario del cultivo no adecuado

  2.1. Trascurridos 5 días tras el corte o en inicio de brotación:

Aplicación de un componente con acción fungicida y bactericida diseñado para optimizar su movilidad basipétala unido al pack enzimático vegetal específico para herbáceas.

 2.2. Trascurridos 15 días después del tratamiento anterior:

Repetición de la aplicación anterior (componente con acción fungicida y bactericida unido al pack enzimático vegetal específico para herbáceas), unido a un compuesto de calcio (Ca2+) orgánico diseñado para dirigirse a las estructuras vegetales en crecimiento. 

Cultivo de especies forrajeras: alfalfa
Cultivo de especies forrajeras: alfalfa

Gracias a estas mezclas se consigue la distribución completa al conjunto de la planta y por tanto permiten controlar áreas que, mediante el uso de otros compuestos de síntesis, serían de difícil o nulo acceso.

 En aquellos suelos con drenaje deficiente, exceso de apelmazado… se incluye en el programa diversos compuestos de aplicación al suelo a través del riego, que actúan activando el crecimiento radicular y modificando las características biofísicas del suelo: es el caso de compuestos orgánicos que actúan mejorando la aireación del suelo y que a su vez actúan aportando macromoléculas útiles para la formación y desarrollo del nódulo de Rhizobium sp. además de optimizando el implantado del mismo sobre la raiz de la leguminosa.

En aquellos suelos con pH elevado (superiores a 7,2) también se incluye en el programa diversos compuestos que actúan modificando las características químicas del mismo, caso de complejos de aplicación al suelo que actúan reduciendo el pH y que a su vez permiten reutilizar aquellos compuestos fuertemente fijados sobre la estructura edáfica.

En aquellos suelos con elevado contenido de sales (elevada conductancia eléctrica) también se incluye en el programa diversos complejos que provocan la floculación de sales, caso de fitofortificantes de aplicación al suelo que actúan reduciendo el contenido de sales del suelo.

En aquellas zonas que bien por la dificultad de realizar riegos adecuados o bien porque las elevadas temperaturas provocan daños sobre el cultivo, también se incluye en el programa compuestos que evitan el estrés hídrico pues regulan el uso que la planta hace del agua.

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Debido a los ciclos fúngicos y a la presencia de estructuras de resistencia, se hacen necesarios los tratamientos de mantenimiento para de esta forma evitar futuros desarrollos y/o germinaciones de dichas estructuras. Vease esporas.

Una vez obtenida la reversión del daño, es decir, la vuelta a tener una parcela en óptimo estado sanitario, se recomienda la revisión temporal que valore el mantenimiento en estas condiciones.

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Resultados de la metodología aplicada en forrajeras

Los resultados obtenidos mediante la aplicación de los tratamientos descritos con estos fitofortificantes, demuestran la capacidad y eficacia para incrementar la producción en las diversas especies forrajeras, tanto en condiciones de secano como de regadío.

Metodología aplicada en el Cultivo de especies forrajeras: Parte izquierda de la imagen alfalfa sin aplicar metodología. Parte derecha alfalfa sobre la que se ha utilizado esta metodología.
Metodología aplicada en el Cultivo de especies forrajeras: Parte izquierda de la imagen alfalfa sin aplicar metodología. Parte derecha alfalfa sobre la que se ha utilizado esta metodología.

Las principales características a observar tras este Programa de Trabajo son 5:

1.- Ausencia de daños provocados por hongos en ninguna estructura vegetal tras las primeras fase de tratamiento con esta metodología. Mediante estas aplicaciones tampoco se observan daños bacterianos como la Marchitez bacteriana («escoba de bruja») provocada por Corynebacterium insidiosum y Pseudomonas medicaginis, ni presencia de Xanthomonas campestris pv. alfalfae.

 2.- Incremento en la producción del cultivo por estancamiento en la expansión del daño (reducción de «calvas»).

 3.- Gracias al crecimiento óptimo de la planta, al incremento de la relación Clorofia B/Clorofila A y a la mejora en la movilidad a través del floema, la disponibilidad de sacarosa por parte del nódulo es alta, lo que provoca unas tasas netas más elevadas de fijación biológica de nitrógeno (Wilson y col. 1933, Fred y Wilson 1934, Allison 1935, Georgi 1935, Wilson 1935, Vance y Heichel 1991, Hunt y Layzell 1993, Tissue et al. 1997, Cabrerizo et al. 2001), que como fin último de estos tratamientos, implican la mejora de las características nutricionales del cultivo y por tanto su calidad final.

 4.- Mejora de las características del suelo y con ello la reducción del daño provocado por hongos del suelo como Rhizoctonia violacea / Rhizoctonia solani (Mal vinoso, oidio velloso, mal de la corona), Sclerotina trifoliorum (Podredumbre blanca, mal del esclerocio), Verticilium albo-atrum (Verticiliosis),… por eliminar el encharcamiento en el suelo gracias a la aplicación de los diversos mejoradores del suelo.

 5.- Incremento de la disponibilidad de calcio por parte de la planta, específicamente en la hoja y órganos en crecimiento que, unido a la mejora de las características de las paredes celulares, evitan la pérdida de hoja tras el corte.

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Allison FE (1935) Carbohydrate supply as a primary factor in legume symbiosis. Soil Sci. 39:123-143

Cabrerizo PM, González E M, Aparicio‐Tejo PM, Arrese‐Igor C (2001). Continuous CO2 enrichment leads to increased nodule biomass, carbon availability to nodules and activity of carbon‐metabolising enzymes but does not enhance specific nitrogen fixation in pea. Physiol. Plant. 113(1): 33-40.

Fred EB, Wilson PW (1934) On photosynthesis and free nitrogen assimilation by leguminous crops. Proc. Nat. Acad. Sci. USA. 20: 404-409

Georgi CE (1935) Influence of the carbohydrate-nitrogen relation on nodule production by red clover. J. Agric. Res. 51: 597-612

Hunt S, Layzell DB (1993) Gas exchange of legume nodules and the regulation of nitrogenase activity. Annu. Rev. Plant Physiol. Plant Mol. Biol. 44: 483–511

Tissue DT, Megonigal JP, Thomas RB (1997) Nitrogenase activity and N2 fixation are stimulated by elevated CO2 in a tropical N2-fixing tree. Oecologia 109: 28-33

Vance CP, Heichel GH (1991) Carbon in N2 fixation: limitation or exquisite adaptation. Annu.Rev. Plant Physiol. Plant Mol. Biol. 42: 373-392

Wilson PW, Fred EB, Salmon MR (1933) Relation between carbon dioxide and elementalnitrogen assimilation in leguminous plants. Soil Sci. 35: 145-165

Wilson PW (1935) The carbohydrate-nitrogen relation in symbiotic nitrogen fixation. Research Bulletin 129. Agric. Exp. Sta. Univ. Wisconsin, Madison

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